PREGUNTAS FRECUENTES
Los bacteriófagos o fagos son organismos naturales (virus bacterianos) que destruyen las bacterias seleccionadas.
Son los organismos más abundantes de la Tierra. Su recuento se estima aproximadamente en 1031. Son omnipresentes en la naturaleza: se encuentran por igual en el suelo y en el agua. En sólo 1 ml de agua hay alrededor de 104 a y 108 fagos.
También están presentes en los alimentos (por ejemplo, la carne, la leche, las verduras o el queso), así como en los seres humanos y los animales. Se aíslan, por ejemplo, de la cavidad oral humana, de las manos, del intestino, en la saliva o en los párpados).
Los fagos son una parte importante del microbioma.
Los fagos son completamente seguros.
No interactúan con ninguna otra célula u organismo, excepto con las bacterias a las que se dirigen.
Sin la presencia de su huésped bacteriano, se vuelven inactivos en aproximadamente 48 horas, dependiendo del entorno.
Son organismos naturales con componentes totalmente naturales formados únicamente por material genético (ADN o ARN) y proteínas.
No dejan residuos químicos en el medio ambiente.
Los fagos también han sido evaluados internacionalmente, es decir:
EE.UU. - GRAS (Generally Recognized as Safe) como conservadores de alimentos para humanos y durante pruebas clínicas experimentales en fases I y II para uso subcutáneo en humanos.
EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) - dictamen científico positivo sobre la seguridad de uso.
Los fagos líticos (virulentos) provocan la lisis (destrucción) de la célula bacteriana.
No todos los fagos son líticos. Algunos fagos son lisogénicos -templados o latentes- incrustados en la célula bacteriana que se alimentan de la bacteria sin destruirla.
Proteon dispone de la tecnología más avanzada apoyada en inteligencia artificial para determinar si los fagos son líticos o no.
Al tratarcon fagos es importante que sólo se utilicen fagos líticos en sanidad animal.
Los fagos de Proteon han demostrado ser líticos (eficaces contra las bacterias objetivo).
No. Los fagos no pueden sufrir reversión.
La reversión afecta a los organismos que han sido modificados artificialmente, es decir, una bacteria patógena o un virus se ha hecho no infeccioso, pero luego vuelve a su forma patógena.
Plos bacteriófagos de proteón son naturales y no han sido modificados artificialmente, por lo que no pueden sufrir reversión.
Son patógenos para sus bacterias objetivo y no pueden afectar a otros organismos como las células humanas o animales.
En la naturaleza, existe un equilibrio entre las bacterias y los fagos que las atacan. El intento de desarrollar resistencia a los fagos, así como la superación de estos intentos por parte de los fagos, son elementos de ese proceso natural.
Los bacteriófago Proteon están específicamente diseñados para limitar cualquier riesgo de resistencia, sin cambiar las cualidades naturales de los fagos.
Proteon seleccionó únicamente los fagos que mostraron una gran capacidad para "burlar" a las bacterias.
Además, en el proceso de intentar desarrollar mecanismos de defensa contra los fagos, las bacterias pierden parte de su virulencia (el poder de infectar) haciéndolas menos infecciosas.
El intestino animal no sólo es responsable de la digestión, sino que también desempeña un papel importante en la regulación de las respuestas inmunológicas. Mantener una diversidad y un equilibrio adecuados de la microbiota intestinal es vital para su correcto funcionamiento. Los bacteriófagos actúan sólo contra sus bacterias objetivo sin ejercer ningún impacto negativo sobre la población restante de bacterias que viven en los intestinos, incluidas las "bacterias benéficas".
Basándose en ello, los productos fágicos pueden contribuir al mantenimiento del equilibrio natural de la microbiota intestinal y reducir el riesgo de alteraciones en la integridad del tracto gastrointestinal.
Este enfoque ahorra tiempo y dinero a los ganaderos, favorece el bienestar animal y contribuye a mejorar el rendimiento de la ganadería.