Ganado Lechero

Las enfermedades animales y su propagación son algunos de los riesgos potenciales que pueden afectar gravemente a la producción de leche. La mastitis es la enfermedad infecciosa más común en el ganado lechero en todo el mundo y en todo tipo de tamaños de explotación. También es la que tiene un impacto más perjudicial en cuanto a resultados económicos, ya que influye significativamente en la producción de leche y en su calidad. La mastitis provoca la inflamación de la ubre de la vaca. Está causada por bacterias o por lesiones y sus síntomas van desde la enfermedad no aparente (subclínica) a la clínica grave. Hay un gran número de microorganismos que se sabe que causan mastitis, sin embargo Staphylococcus aureus y Escherichia coli son unos de los predominantes. Puede convertirse en un grave problema de bienestar animal cuando la mastitis se asocia a hinchazón e inflamación de la ubre. Las vacas afectadas pueden mostrar claros signos de malestar, que incluyen postura encorvada, mayor sensibilidad de la ubre y los pezones, respiración y ritmo cardiaco acelerados y aumento de la temperatura. La mastitis puede ser difícil de detectar, sobre todo en sus primeras fases, mientras que la enfermedad clínica grave puede ser causa de muerte.

Para controlar la mastitis y muchas otras enfermedades, los tratamientos suelen basarse en el uso de antimicrobianos. Más de dos tercios de todos los antibióticos se utilizan en la producción de animales destinados a la alimentación. Esta práctica ha suscitado preocupación por el uso excesivo de antimicrobianos y su contribución al desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que reduce la eficacia de los medicamentos existentes y exige el desarrollo de nuevos tratamientos. La OMS considera que la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas actuales para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.